Discurso pronunciado por radio en la noche víspera de las elecciones - 4 de noviembre de 1940

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Amigos, compañeros, compatriotas:

Ayer les hablé y les expliqué claramente el contraste entre la época que está terminando en nuestra historia y la época que comienza con la enseñanza profundamente democrática de este Partido Popular y por la voluntad de ustedes expresada en los votos libres y honrados de ustedes en las próximas veinticuatro horas que son decisivas y definitivas para la vida de cada uno de ustedes que me está oyendo. Ayer les dije claramente cómo la obra del Partido Popular Democrático sigue inmediatamente después de las elecciones cumpliendo con ustedes, y aprobando las leyes que ya ustedes conocen para la justicia social, con la mayoría en la Legislatura que los votos libres y honrados de ustedes le den al Partido Popular Democrático. Ayer les expliqué lo que ha sido esa época de tiempo muerto de nuestra historia desde que murió Muñoz Rivera hasta la creación de este Partido Popular Democrático. La época de Muñoz Rivera fue la época de los patriotas. La época desde que murió Muñoz Rivera ha sido la época de los manejadores políticos. ¡La época que inicia avasalladoramente este Partido Popular Democrático es la época de ustedes mismos, es la época en que la gente sufrida va a establecer su propio gobierno a nombre de su propia esperanza, en aseguramiento de su propia justicia, para la creación del porvenir de sus propios hijos. ¡Ahora ustedes mismos van a ser Muñoz Rivera!

¡La influencia que ejerció Muñoz Rivera sobre Puerto Rico la van a ejercer ustedes mismos ahora, la va a ejercer el pueblo de Puerto Rico mismo ahora! ¡Eso es lo que significa la democracia que está defendiendo el presidente Roosevelt en el hemisferio americano y ante el mundo entero! El pueblo es su propio salvador. La voluntad del pueblo salva al pueblo mismo bajo la democracia. Ustedes sienten que Muñoz Rivera fue un hombre grande. Todos ustedes juntos, si actúan limpia y honradamente, son tan grandes y son más grandes que Muñoz Rivera. ¡Esa es la enseñanza fundamental de la democracia! ¡Ustedes todos ustedes juntos, el dolor de ustedes hecho voluntad contra las causas del dolor de ustedes, la miseria de ustedes hecha voluntad contra los que han sacado millones de la miseria de ustedes bajo todas las mogollas de partidos! ¡Eso es lo que le da carácter a la época que empieza en Puerto Rico bajo la verdad clara y sencilla, de este Partido Popular Democrático! Todo lo grande que ustedes han creído de Muñoz Rivera, todo eso grande son ustedes mismos si actúan todos juntos, con sus votos honrados para que su dolor no siga, para que la injusticia en que han vivido no continúe, para que la esperanza de ustedes sea realidad en la vida de todo el porvenir que les sobra a ustedes en su paso por esta vida y en su tráfago en este mundo. Todo lo bueno y lo grande y lo fuerte que ustedes han creído de Muñoz Rivera todo eso son ustedes mismos si actúan juntos contra la injusticia que los ha agobiado bajo todas las mogollas de partidos desde que murió Muñoz Rivera. Toda la dignidad que ustedes le atribuyen a Muñoz Rivera la tienen ustedes mismos si actúan todos juntos en defensa de su justicia y de su dignidad. Toda la grandeza que ustedes le atribuyen a Muñoz Rivera la tienen plenamente ustedes mismos si cada uno de ustedes, dentro de su humildad individual, sabe actuar con la limpieza, con la honradez, con que actuó Muñoz Rivera. Nadie podrá comprar a Muñoz Rivera. Y nadie los va a poder comprar a ustedes.

¡La palabra del Partido Popular Democrático es palabra de fe en ustedes mismos! ¡Crean en ustedes mismos! ¡No se crean pequeños ni débiles ni inferiores! La luz de Dios está en la naturaleza de todos los hombres y las mujeres que ha creado Dios en este mundo. ¡Crean en ustedes mismos! Tengan fe en la fuerza y en el poder de ustedes mismos para hacer la justicia y asegurar el porvenir de ustedes mismos. Tengan esa fe basándola en la honradez y en la limpieza que ustedes mismos reconozcan en el fondo de las almas y los corazones y las conciencias de ustedes mismos.

Ha terminado la época de los politiquitos. ¡Por voluntad de ustedes, debe terminar la época de los que han hecho el gobierno a favor de los enemigos de ustedes, de los que sacan millones de la pobreza que ustedes han sufrido bajo todos los partidos y mogollas de partidos! ¡Ha terminado la época de los politiquitos! ¡Ha empezado la época de ustedes mismos! ¡Reconózcanla! ¡Estén a la altura de la dignidad humana de ustedes mismos! Ustedes mismos son eso y son más que eso, porque ustedes mismos llevan por dentro, en su humildad y en su pobreza y en su dolor, la chispa de Jesucristo, Hijo de Dios, como son hijos de Dios ustedes mismos, como somos hijos de Dios todas las criaturas de Dios en este mundo. ¡Esa es la enseñanza del cristianismo! ¡Crean en la dignidad de ustedes mismos! Y de la fe y de la dignidad de ustedes mismo saldrá la justicia de ustedes mismos. ¡Esa es la enseñanza del cristianismo, la enseñanza de la democracia, la enseñanza en Puerto Rico de este Partido Popular Democrático!

No se dejen confundir por los agentes políticos de las viejas mogollas que son residuos del tiempo muerto en la historia de Puerto Rico. No se dejen confundir. No pierdan su fe en ustedes mismos. El voto es secreto. El encierro de electores es castigado por la ley con tres años de presidio para los que lo lleven a cabo o se presten a ese encierro. El gobernador Leahy acaba de declarar públicamente que usará toda la fuerza del gobierno para hacer cumplir la ley que prohibe y castiga la compra-venta del voto, que prohíbe y castiga el encierro de electores, que prohíbe y castiga que los patronos impidan que sus trabajadores lleguen a votar el día de las elecciones. El coronel Orbeta acaba de enviar instrucciones a toda la policía sobre esa determinación del gobernador Leahy. La ley está enteramente en contra de los explo-tadores y engañadores de ustedes. El gobernador Leahy está entera-mente en contra de la violación de la ley que quieren llevar a cabo los explotadores y los engañadores de ustedes. El voto es secreto. El encierro de electores se castiga con tres años de presidio. Cualquier forma de detener a los electores para que no lleguen a votar se castiga con tres años de presidio. Romperle un pedazo a la papeleta se castiga severamente con presidio. Enseñar la papeleta para que se sepa cómo uno votó se castiga severamente con presidio. Ustedes están del lado de la ley. Los opresores y explotadores de ustedes están en contra de la ley. El gobernador Leahy, que representa la democracia que el presidente Roosevelt defiende ante el mundo, está comprometido públicamente a hacer respetar la ley que protege los votos de ustedes. Ustedes, al defender su justicia con sus votos honrados y secretos, están defendiendo la ley de la democracia que defiende el presidente Roosevelt y que enforzará en Puerto Rico el gobernador Leahy, nom-brado por el presidente Roosevelt.

El Partido Popular Democrático ha explicado claramente lo que es el gobierno. El gobierno hace las leyes. Si las leyes son buenas, mejora la situación de ustedes. Si las leyes son malas, sigue mal o se pone peor la situación de ustedes. El gobierno hace las leyes de las que depende que mejore o empeore la situación de ustedes. Y los votos de ustedes hacen al gobierno un día cada cuatro años. Los votos de ustedes van a hacer el gobierno de Puerto Rico mañana. El gobierno después va a hacer las leyes, que pueden ser malas o buenas, para ustedes. ¿Por qué es que bajo todas las viejas mogollas de partidos las leyes siempre han permitido que sigan sacando millones los privilegiados y que siga padeciendo injusticia nuestro pueblo en sus campos y poblaciones? El Partido Popular Democrático les ha explicado a ustedes que eso se debe a que ustedes les han dado sus votos a los alicates políticos de los que sacan millones de la pobreza de ustedes. Ustedes nunca han hecho con sus propios votos su propio gobierno. Con los votos de ustedes, ustedes han permitido que se haga el gobierno de los explotadores de ustedes. ¿Cuál es el remedio? ¡Hagan ustedes su propio gobierno, con sus propios votos, dentro de veinticuatro horas! ¿Cómo puede hacer el pueblo su propio gobierno? ¡Rehusando votar por partidos que compran votos con el dinero de los que se enriquecen a base de la pobreza de ustedes! ¡Votando por el único partido que no compra votos, que por eso no tiene que cogerles dinero a los grandes intereses para la compra de votos; y que por eso está libre de los grandes intereses; que por eso, al llegar al gobierno hará el gobierno de ustedes, porque no tendrá más obligación que la obligación y el mandato creado por los votos de ustedes! ¡Prueben eso este año! ¡Pruébenlo una vez nada más! ¡Ustedes nunca han probado usar sus votos de esa manera! ¡Y nunca han visto salir justicia de esos votos! ¡Pruébenlo una vez nada más este año con los votos libres y honrados y secretos de ustedes mismos!

Los han engañado y turbado a ustedes. Les han dicho que tienen que ser del mismo partido toda la vida. ¡Eso es embuste, embuste, embuste! ¡Nadie tiene la obligación de ser del mismo partido toda la vida! Por los partidos se vota porque se tiene esperanza de que van a hacer la justicia. Después que los partidos han llegado al gobierno y no han hecho la justicia, no puede haber obligación de seguir votando por esos mismos partidos. Es más: ustedes tienen la obligación ante si mismos, la obligación para sus hijos, la obligación para su porvenir, de usar sus votos para que cambie esa situación. Y yo, que soy el jefe del Partido Popular Democrático, les digo a ustedes que nadie tiene la obligación de ser popular para toda la vida. El Partido Popular Democrático es el que tiene la obligación de cumplir su palabra ante ustedes y de hacer la justicia para ustedes. Pero si el Partido Popular Democrático hace lo mismo que los demás, no cumple con su obligación de hacer la justicia para ustedes, ustedes, en el porvenir, deben repudiar al Partido Popular Democrático también, lo mismo que van a repudiar a todas las viejas mogollas que han pasado por el gobierno sin cumplir con ustedes y sin hacer la justicia de ustedes.

El Partido Popular Democrático ha hecho los proyectos de ley fundamentales para la justicia social antes de las elecciones según se lo había ofrecido yo a tráves de toda esta campaña. Los candidatos del Partido Popular Democrático a la Cámara y al Senado, a la Legislatura, que es donde se aprueban las leyes han jurado ante todos ustedes, y ese juramento se oyó en los aires de Puerto Rico a través del radio, votar por las leyes de justicia social ya dadas a conocer antes de las elecciones -según nuestra promesa por el Partido Popular Democrático. Los votos que ustedes van a dar mañana no son votos por unos políticos contra otros ni por unos partiditos contra otros. Cuando ustedes votan a favor del Partido Popular Democrático, debajo de la insignia del campesino con el sombrero grande que se llama el sombrero pava, ustedes están votando por leyes de tierra, leyes para proteger al agricultor pequeño, leyes para proteger los salarios de los trabajadores, leyes para proteger el comercio, la industria y la clase media leyes que ya ustedes conocen porque el Partido Popular Democrático, cumpliendo su promesa, las dio a conocer en El Batey, en la prensa, por radio, y que los candidatos del Partido Popular Democrático han jurado votar por esas leyes cuando lleguen a la Legislatura con la mayoría dada por los votos de ustedes. Los proyectos de ley del Partido Popular Democrático, al darle vida a la masa de la gente sufrida de Puerto Rico, darán prosperidad a los que legítimamente producen servicios y productos que la masa ha de comprar para su vida prosperidad al comercio, a la industria, a toda la clase media, tanto como a la clase agrícola y a la clase trabajadora. El Partido Popular Democrático es el instrumento de la justicia de ustedes. ¡Quién sabe (Dios no lo quiera)!, pero quién sabe el Partido Popular Democrático, dentro de diez años, o dentro de quince años, dejará de ser instrumento de ustedes como han dejado de ser instrumento para la justicia de ustedes otros partidos que ofrecieron hacerla en el pasado! ¡Usen al Partido Popular Democrático ahora que está bueno y sano y limpio y fuerte! ¡úsenlo ahora como el único instrumento de justicia que les queda! ¡Aprovéchenlo ahora que está libre del control de los explotadores de ustedes! ¡úsenlo! ¡úsenlo! ¡úsenlo! ¡Exprímanle al Partido Popular la justicia que tiene para ustedes!

¡Y ante estas realidades tan claras, cuál es la campaña de las viejas mogollas políticas! Mientras el Partido Popular Democrático habla claro y sencillo, las viejas mogollas confunden, insultan, tergiversan, amenazan. Mientras el Partido Popular Democrático les dice a ustedes que tengan fe en ustedes mismos, las viejas mogollas dicen que los van a comprar a ustedes como a lechones. ¡Y ese insulto lo van a contestar ustedes mismos mañana en la caseta de votar! El Partido Popular Democrático le habla a la hombría de ustedes; las viejas mogollas insultan y quieren degradar la hombría de ustedes. Las viejas mogollas falsifican insignias, sobornan y amenazan con caminitos municipales y ofreciendo o negando unos cuantos miserables días de trabajo para que después llegue la nueva época de elecciones y de las nuevas amenazas y de los nuevos sobornos con unos cuantos días de trabajo. Hoy mismo, a través de las poblaciones, se ve el espéctaculo de repartos indecentes de ropa, tratando de comprar con cuatro trapos que se dan como a mendigos la desnudez del pueblo por cuatro años más. Pero mañana se verá otro espectáculo: el espectáculo de un pueblo que no se ha dejado comprar la justicia por cuatro trapos. El Partido Popular hace públicas sus leyes de justicia social antes de las elecciones. Juramenta a todos sus candidatos para votar por esas leyes de justicia social desde antes de las elecciones. Y las viejas mogollas combaten eso regando mentiras, lanzando amenazas, diciendo que utilizarán los departamentos del gobierno, alabándose, alabándose, ¡Dios Santo! de que, habiéndose ellas entregado al control de las grandes corporaciones, tienen dinero de esas corporaciones para comprarlos a ustedes como a bestias. ¡Se alaban de eso! ¡Se alaban de ser corruptores de la democracia que defiende el presidente Roosevelt ante el mundo! ¡Se alaban de que no les respetan la hombría ni la dignidad a ustedes sino que los consideran como a bestias que se compran y se venden y se engañan! ¡Se alaban de que no tienen la confianza de ustedes, pero que los van a comprar como a mercancía barata, en el mercado inmundo de las viejas mañas electorales! ¡Se alaban de que ustedes no tienen confianza en ellas, pero que ellas las mogollas los van a encerrar a ustedes en corrales como al ganado! ¡Se alaban de que los van a encerrar como a bestias y de que ustedes no se atreverán a zafarse como hombres! ¡Se alaban de que no pueden contar con los votos de ustedes, pero que los van a obligar a ustedes a quedarse en sus casas por el miedo, por la falta de hombría, por la falta de pantalones! ¡Se alaban de toda corrupción y de toda la podredumbre que han hecho de los últimos veinticinco años, desde que murió Muñoz Rivera, el tiempo muerto, trágico e inútil, de la historia de Puerto Rico! ¡Se alaban de lo que debieran defenderse! ¡Se alaban de cosas que debieran hacerles esconder sus caras en las sombras más profundas del avergonzamiento! ¡Se alaban de que son los enemigos de ustedes! ¡Se alaban de que tienen el dinero de los que sacan millones del hambre de ustedes, de la inseguridad de ustedes! ¡Dios Santo, trabajadores de Puerto Rico! ¡Dios Santo, agricultores arruinados por la explotación en Puerto Rico! ¡Dios Santo, clase media que tienes pobreza y educación! ¡Fíjense en todo lo que significa esto contra la dignidad de sus almas contra el respeto que se debe a la hombría de ustedes, y a la religión de Jesucristo en este mundo! ¿Qué hombre que sea hombre; qué mujer que tenga el don que la naturaleza le dio a la mujer, de fuerza creadora y protectora de la vida; qué alma que tenga decencia no se indigna y no se hace voluntad arrolladora de acabar con toda esta bajeza, con toda esta traición a la esencia de Dios en los seres humanos en ese minuto en que están solos en la caseta de votar, con el arma tremenda de su voto secreto que les da la democracia?

Por sus mentiras ustedes deben conocer a estas mogollas políticas. Dicen que soy comunista, enemigo de la religión, y uno de los curas católicos más conocidos en Puerto Rico el Padre Juan Rivera, de la parroquia católica de Humacao escribe una carta publicada en El Batey y en la prensa y dicha por radio que notablemente niega eso. Dicen que soy antiamericano, y el jefe del gobierno americano para investigar y castigar las actividades ilegales antiamericanas en Puerto Rico el fiscal federal Snyder escribe una carta que se ha publicado en El Batey, en la prensa y que se ha dicho por radio en que me hace el honor de reconocer que yo soy un fuerte defensor de la democracia y de las instituciones americanas en Puerto Rico y para toda la América. ¡Así mismo son todas sus mentiras! ¡Han dicho que el Partido Popular Democrático iría en mogolla a las elecciones! ¡Y todos ellos van en mogollas mientras el Partido Popular Democrático va solo a las elecciones, sin guardaespaldas, acompañado, solamente por la confianza de ustedes y por la última esperanza que les queda a ustedes!

Dicen las viejas mogollas políticas que nuestro programa es utópico y fantástico. Nuestro programa es un programa muy modesto pero decente. ¡Si lo que necesita nuestro pueblo no es una utopía! ¡Es sólo vida modesta, decente, segura para que no haya hambre entre los muchos mientras hay millones para los pocos! En Puerto Rico unas cuantas corporaciones poseen cientos de miles de cuerdas, y miles de familias se ven amenazadas con perder el pedacito de tierra que todavía les queda, o ya lo han perdido, o nunca han tenido un pedazo de tierra. Esto afecta a la economía entera del país. Afecta al comercio, a la industria, a la clase media. Los millones de pesos que salen de Puerto Rico debido a esta situación son millones que deberían quedarse en Puerto Rico, no solamente en jornales para el trabajador o en vida para el agricultor, sino en movimiento y en prosperidad para el comercio y la industria, para las profesiones, para la cultura, para toda la clase media. ¡Dicen que es fantástico nuestro programa! ¡Qué clase de gente es ésa que dice eso a quienes les parece fantástico que los niños tengan alimentación adecuada, que a los agricultores se les proteja en su pedazo de tierra, pero no les parece fantástico que unas cuantas corporaciones saquen millones de la pobreza de Puerto Rico todos los años! ¿Es fantástico que los hombres que viven de la tierra tengan tierra, aunque no tengan tierra unos cuantos accionistas de corporaciones que ni siquiera han visto a Puerto Rico en toda su vida? ¿Es fantástico el derecho de los muchachitos a tener alimentación adecuada durante sus años de crecimiento? ¿Es fantástico el derecho de los hombres y las mujeres a tener una vida modesta, pero decente durante sus años de fuerza y de trabajo? ¿Es fantánstico el derecho de los viejos agobiados por el trabajo de toda una vida a tener pensiones modestas para los años de su vejez, en vez de ser condenados al hambre o a la mendicidad?

¡Fantástico es el sistema de explotación que ha existido en Puerto Rico bajo las viejas mogollas políticas! ¡Fantástico es que en un país que vive de la tierra unas cuantas corporaciones se hayan quedado con la mayor parte de la tierra! ¡Fantástico es que haya niños que se despiertan sin un pedazo de pan en sus casas mientras se acumulan millones y salen millones de Puerto Rico todos los años, producidos por el trabajo de los padres de esos niños! ¡Fantástico es que millones de pesos que producen los puertorriqueños den trabajo, a altos jornales fuera de Puerto Rico, mientras en Puerto Rico hay miles de padres de familia que no tienen trabajo y no tienen jornales! ¡Fantástico es que se ponga tanto empeño en defender a los que tienen millones y que se gaste tanto esfuerzo en estrujar, en confundir, en engañar, en degradar, a los que, con su trabajo y su miseria, han producido esos millones!

Es fantástico, es increíble, es irresponsable, es criminal, querer que siga esta situación de hambre en Puerto Rico, mientras algunos privilegiados acumulan millones y alquilan mogollas políticas, como a guardaespaldas, para defender esos millones. Es fantástico, increíble, irresponsable, querer que un pueblo, con sus propios votos, autorice, en unas elecciones más, a que siga esta situación que esquilma y mantiene en la miseria y en la inseguridad al mismo pueblo que ha de dar sus votos cuando el pueblo, con sus votos honrados, puede terminar esa situación dentro de veinticuatro horas.

Dios ha querido darme inteligencia. La inteligencia me podría servir, como les sirve a otros, para echar sombras sobre estas realidades, para turbarlos a ustedes, para cegarlos a ustedes, para que ustedes siguieran viviendo y votando como han vivido y han votado hasta ahora por y bajo las viejas mogollas de partidos que han permitido esta situación. Pero Dios no da inteligencia para confundir. Dios da inteligencia para aclarar. Dios da inteligencia para señalar caminos. Dios da inteligencia para encender una luz con la cual se vea el camino de la salvación. ¡La inteligencia que Dios ha querido darme a mí, yo se la traspaso a ustedes! Por mi palabra ustedes ven tan claro como veo yo. ¡Dios me dio a mi inteligencia para que la gente humilde de mi pueblo vea no para cegarla y confundirla!

¡Dicen que yo no tengo tierra para darle a mi pueblo sufrido! ¡Yo soy un hombre pobre; yo no tengo tierra! ¡La tierra la tienen ustedes en el poder de sus votos! Porque el Congreso de Estados Unidos ha decretado que ustedes pueden tener tierra; porque por violación de la ley del Congreso de Estados Unidos es que ustedes han sido privados de la tierra; y porque el gobierno de Puerto Rico, que se hace con votos de ustedes dentro de veinticuatro horas, tiene el poder para hacer cumplir la ley del Congreso de Estados Unidos y rescatar la tierra para la gente sufrida de los campos de Puerto Rico y para la justicia económica de todo el pueblo de Puerto Rico. El poder de proveer la tierra, el poder de hacer justicia a través de leyes justicieras, lo tiene el gobierno de Puerto Rico. Y el gobierno de Puerto Rico lo van a hacer ustedes mañana, con sus votos, cuando estén solos, ante Dios y sus conciencias, en la caseta de votar. Los votos de ustedes son los que tienen el pan; los votos de ustedes son los que tienen la seguridad para sus vidas; los votos de ustedes son los que pueden hacer la justicia de ustedes. Y solamente los votos de ustedes pueden negarles la justicia a ustedes mismos. Ustedes mismos, con sus votos, pueden negarse la justicia mañana. Y ustedes mismos, con sus votos, pueden darse su justicia mañana.

Dios no me dio tierra, pero me dio inteligencia. Y la inteligencia que me dio, yo se las entrego a ustedes íntegramente. ¡úsenla! ¡úsenla! ¡Por Dios Santo, úsenla!

Mañana es el cinco de noviembre. ¡Mañana han de usar ustedes sus votos secretos! ¿Cómo quieren ustedes que amanezca el día seis de noviembre? Si gana cualquiera de las viejas mogollas, amanecerá el seis de noviembre lo mismo que amaneció hoy, lo mismo que amaneció hace un año, lo mismo que está amaneciendo hace veinte años. ¡Sin esperanza para ustedes! ¿Qué cambiaría en las vidas de ustedes si vuelve a ganar la misma mogolla coalicionista? ¿Qué cambiaría en las vidas de ustedes si gana esa otra coalición que recibe dinero para comprar votos de las mismas corporaciones y que se llama el tripartismo? Pero al ganar el Partido Popular Democrático, el seis de noviembre amanece con el regocijo y la fuerza de una nueva esperanza en el corazón de todos ustedes. ¡Al ganar el Partido Popular Democrático ¡y oigan bien! hasta los hombres y mujeres humildes que se han llamado republicanos, coalicionistas, socialistas y tripartitas van a amanecer con una nueva esperanza porque la justicia del Partido Popular Democrático es para todo el pueblo sufrido de Puerto Rico.

He hablado del Tripartismo. Pero el Tripartismo no tiene fuerza en la isla. La pelea es entre el Partido Popular y la Coalición. La decisión sobre quién ha de representar a Puerto Rico en Washington en esta época tan seria está entre el Dr. Fernós Isern, popular, y Bolívar Pagán, esencia del coalicionismo. Piensen en esto bien los tripartitas sinceros. Piensen bien esto los que, aún sin llamarse todavía populares, creen honradamente que debe terminar el gobierno de la Coalición.

Es un voto solamente lo que le pide a cada uno de ustedes, no el Partido Popular Democrático, sino el porvenir de los hijos de ustedes; un voto sólo a cada uno de ustedes, que le ha dado tantos votos a las viejas mogollas políticas sin ver justicia salir de esos votos. ¡Un solo voto por la última esperanza que les queda en este mundo! ¡Un solo voto por la esperanza de Dios en el corazón de ustedes dentro de veinticuatro horas!

¡Que nada les impida llegar a votar! Si llueve, recuerden que el hambre de todo un porvenir es peor que la lluvia de un solo día. Si crecen los ríos, recuerden que la injusticia de toda una vida es una creciente peor que la creciente del agua de los ríos de Puerto Rico en un solo día. ¡Si no tienen una muda limpia de ropa para venir a votar, vengan con su ropa de trabajo les va todo el porvenir! Con sus votos ustedes están trabajando por su propio porvenir. No es un día de fiesta; es el día de trabajo más serio de sus vidas desde el día en que nacieron. Mejor es venir a votar con la ropa manchada por la tierra del trabajo que venir a votar con una muda limpia que le han dado los alicates de los que sacan millones de la pobreza de ustedes y con el alma llena del fango del que ha vendido su propia justicia, su propio porvenir y el porvenir de sus hijos a los que sacan millones de su dolor. ¡Si los tratan de encerrar como a bestias, záfense como hombres! ¡Si las mujeres ven que algunos de sus hombres no tienen la vergüenza para defender su justicia, que las mujeres se la metan por dentro a los hombres que no la tengan, porque les va el porvenir de sus hijos, porque les va el porvenir y la justicia para sus hogares!

Vengan a votar, como quiera. Vengan serios. Vengan a votar sin bembeteo. La justicia no se gana con bembeteos. Vengan sin darse un solo palo de ron o de ninguna otra bebida embriagante. Vengan sin provocar a nadie y sin dejarse provocar o turbar por nadie. Vengan sin aceptar ni bebida ni comida a los alicates de sus enemigos, por que pueden estar tratando de enfermarlos y envenenarlos para que no usen su voto por la única esperanza que les queda. Vengan a pie si es necesario. Vengan descalzos si es necesario. ¡Les va todo su porvenir en este solo día, dentro de veinticuatro horas!

Y, por encima de todas las cosas, tengan fe en ustedes mismos. ¡Crean en ustedes mismos! Crean en el poder arrollador de ustedes mismos, todos juntos, para acabar con el dolor que los ha agobiado. ¡Crean en su propia hombría! ¡Tengan fe en su propia honradez! ¡Crean y tengan fe en la democracia, que es el gobierno de ustedes mismos, que es el dolor de ustedes mismos hecho la voluntad de ustedes mismo! ¡Sean hombres y mujeres como Dios quiso que ustedes fueran! ¡No sean el puñal contra el corazón de su propia justicia en la mano de los enemigos de su propia justicia!

Lo más grande que Dios ha hecho en Puerto Rico no es Muñoz Rivera, en quien ustedes creen. Lo más grande que Dios ha hecho en Puerto Rico no es Muñoz Marín, en quien ustedes tienen confianza. Lo más grande que Dios ha hecho en Puerto Rico es la voluntad honrada de ustedes mismos, que es más grande que Muñoz Rivera, que es más grande que Muñoz Marín, que es más grande que todo en Puerto Rico menos la voluntad de Dios que ha de guiar sus conciencias hacia su justicia.

Yo me he fajado por la justicia de ustedes. ¡Por años, yo me he fajado por la justicia de ustedes! ¡Ahora les toca a ustedes! Les toca a ustedes fajarse por esa justicia de ustedes mismos, dentro de la ley, el orden y la paz en un solo minuto que van a estar solos en la caseta de votar para emitir su voto secreto y decisivo antes de veinticuatro horas.

¡Que Dios los ilumine y que su hombría no los abandone en este trance decisivo de sus vidas!

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