Discurso de Luis Muñoz Marín sobre la Ley Costigan en el Senado de Puerto Rico - 28 de febrero de 1935

El pueblo de Puerto Rico nos ha elegido, a los demás senadores y a mi, para velar por sus intereses. En lo que a mí respecta, interpreto este mandato en el sentido que me impone no sólo el deber de propulsar legislación beneficiosa y justiciera, sino también el deber, probablemente más importante todavía, de montar guardia como centinela constantemente alerta y dar aviso de toda traición que se aproxime en la sombra a asestarle una puñalada al interés legítimo, al bienestar y al derecho de ese pueblo.

Cuando diviso una traición al pueblo, es mi primer deber comunicárselo al Senado para que este dé los pasos necesarios en defensa del pueblo, y es igualmente mi deber inmediato comunicárselo al través del Senado al pueblo de Puerto Rico para que éste, si el Senado le fallare, tome las medidas que crea necesarias y convenientes. El pueblo de Puerto Rico es autoridad suprema y ante sus decisiones, es deleznable toda actitud parlamentaria. Confío que el Senado estará a la altura de sus deberes; pero más allá de eso, y muy por encima de eso, estoy seguro que el pueblo sabrá defender sus derechos en cualquier terreno al que la ambición monetaria despreciable quiera llevarlo por conducto de la inicua explotación.

Está sobre el tapete una discusión sobre la Ley Costigan Jones, sobre la aplicación de esta ley a Puerto Rico y sobre si debe pasar una parte considerable del fondo asignado a Puerto Rico bajo esa ley, a los bolsillos de corporaciones absentistas, o si debe permanecer hasta el último centavo de ese fondo para beneficio de agricultores, trabajadores, y de toda la agricultura puertorriqueña en general. Nuestra posición es clara y ha sido expresada hasta la saciedad. El fondo tiene que permanecer en Puerto Rico. El fondo es para combatir la explotación de los agricultores y trabajadores puertorriqueños. El fondo no es para llevar lucro adicional a las áreas de las corporaciones absentistas que ya se han llevado millones y millones de dólares trabajados por el pueblo puertorriqueño. Para compensar por la reducción de este año a todos los que se han visto obligados a reducir y eso incluye justicieramente hasta las mismas corporaciones absentistas se han conseguido 6 millones de pesos del fondo general. Y si esa suma fuere inadecuada, debe recabarse una mayor suma de ese fondo, que por ley no puede gastarse en otra cosa, para compensar por la reducción de este año. La reducción posterior no debe hacerla ningún cosechero puertorriqueño sino la corporación pública que dispone el Plan Chardón a través de las tierras marginales que adquiera por permuta. Las centrales públicas que dispone dicho Plan, no son ya para hacer la reducción en sí, sino para iniciar un pago justo a los agricultores y trabajadores de Puerto Rico. Y para asegurar ese pago justo, no por el tiempo que dure la Ley Costigan Jones, sino por todos los tiempos venideros mientras haya una cepa de caña en Puerto Rico, mientras haya agricultores y trabajadores que dependan para la seguridad de sus familiares, de las condiciones bajo las cuales ha de molerse esa caña. Siendo éste el 'issue', las personas contrarias a nuestro punto de vista punto de vista que ha sido respaldado en todas sus partes por la Junta Central del Partido Liberal unánimemente, y por la Asamblea Económica no partidista del 14 de agosto, unánimemente también sostienen que la Ley Costigan es perjudicial de por sí y que el fondo creado para Puerto Rico por esa Ley debe pasar en gran parte a las corporaciones absentistas.

"Voy a demostrar ahora que si por Puerto Rico se entiende la masa de su pueblo, la Ley Costigan, bien administrada, es beneficiosa a Puerto Rico : beneficiosa a los agricultores y a los trabajadores de Puerto Rico. Y no lo voy a demostrar citando al Canciller Chardón ni a los otros autores del Plan reconstructivo; no lo voy a demostrar citando al Presidente de la Asociación de Colonos, cuya posición a favor de la reconstrucción es conocida por todos; no lo voy a demostrar citando a ningún agricultor o trabajador o centralista puertorriqueño. En Puerto Rico hay cuatro grandes corporaciones absentistas en la industria azucarera, que son: la Guánica, la Aguirre, la Eastern, y la Fajardo. Voy a demostrar la potencialidad beneficiosa de la Ley Costigan para los agricultores y trabajadores puertorriqueños, citando al Presidente de la Fajardo Sugar Company, Mr. Jones Bass.

Por numerosos conductos ha llegado a mis manos un cable enviado por Mr. John Bass, Presidente de la Fajardo Sugar Company, a sus asociados en Puerto Rico. Si el Senado de Puerto Rico no sirviera para darle a conocer al pueblo de Puerto Rico el atentado que expresa este cable, no serviría para nada. Y hoy el Senado de Puerto Rico va a servir precisamente para eso, para revelarle al pueblo cómo piensan sus explotadores.

"Dice el cable: Washington, D. C. Febrero 20, 1935. En unión de Bowie vi a Dalton esta tarde. Los comentarios que hice sobre el nuevo programa en el cablegrama que les dirigí hoy antes de ver el convenio que se propone someter la administración no son del todo correctos. Dalton propone recomendar el siguiente programa: Cuatro dólares por tonelada de caña excedente para 1935; reducir la cuota de Puerto Rico para 1935 en 100,000 toneladas de azúcar; reducción ésta que sería cubierta con parte de losazúcares sobrantes de la zafra de 1934; se está haciendo lo posible para moler alguna caña excedente, convirtiéndola en miles; para 1936. Dalton recomienda un pago mínimo de 35 centavos por tonelada de caña de cuota. Nosotros calculamos que esto representa cerca de nueve millones de dólares para 1935, menos los gastos en que se incurra para destruir la caña excedente, y que garantiza cerca de dos millones de dólares para 1936, que se compara con un total de veinticuatro millones de dólares cobrados y a ser cobrados por concepto del impuesto de elaboración sobre los azúcares de Puerto Rico. Consideramos que esto es injusto. Hawaii y los continentales están recibiendo no menos del 90 por ciento de las recaudaciones por el referido impuesto de elaboración. Además, si nosotros aceptamos el programa propuesto, los beneficios que se nos pagarán resultarían grandemente reducidos o neutralizados si se tiene en cuenta las ilimitadas facultades que tiene el Secretario para imponer aumentos en las nóminas de jornales y en los contratos de pago a los colonos, entre otros aspectos. Por lo tanto, consideramos que no representa ventaja alguna para nosotros aceptar este programa, sobre todo cuando hay la posibilidad de conseguir un mejor trato mediante un recurso ante los tribunales de justicia o mediante un compromiso o transacción, especialmente ahora que el Gobierno está ansioso de evitar pleitos y mayor demora y dificultades obreras. Sugiero a ustedes convoquen inmediatamente a la Asociación y que me envíen un cablegrama concebido en los siguientes términos:

"Lo autorizamos a usted, por mayoría de votos, para informar a Dalton que no podemos aceptar el programa propuesto. Insistimos en que se nos dé el mismo trato que a Hawaii, como cuestión de decoro y para garantía de nuestra existencia económica. Sin embargo, para evitar demora como consecuencia de cualquier acción judicial, la mayoría está dispuesta a aceptar lo siguiente: Para 1934, cincuenta centavos por toneladas de caña molida para hacer el azúcar de cuota de 1934; para 1935, cuatro dólares por tonelada de caña excedente y la libertad de las centrales para moler la caña excedente y convertirla en mieles por su propia cuenta; para 1936 un pago mínimo de un dólar por tonelada de caña que se muela para hacer el azúcar de cuota de 1936; para 1937 y años subsiguientes, mientras se cobre el impuesto de elaboración cincuenta centavos por toneladas de caña que se muela para hacer el azúcar de cuota correspondiente a cada año'.

"Si la Junta se manifiestara, en favor de distintas recomendaciones, sírvanse cablegrafiarme según corresponda. Dalton espera poder hacer su recomendación dentro de tres días; por lo tanto, yo desearía recibir su cablegrama de autorización lo antes posible. Como el Secretario no ha firmado todavía el nuevo programa, y cualquier indiscreción podría perjudicar nuestras negociaciones, es muy importante que ustedes le den a todo esto carácter confidencial. Dilligham está de acuerdo.-Bass.'

"Como se ve, el Presidente de la Fajardo Sugar Company habla de Hawaii y habla de Puerto Rico. Aparentemente, se está refiriendo al interés de pueblos enteros. Dice que Hawaii y los continentales recibirán el 90 por ciento de los impuestos de elaboración, y que esto es discriminatorio contra Puerto Rico. El impuesto de elaboración sobre azúcar de Puerto Rico será de 24 millones de dólares. Los 24 millones de dólares íntegros han sido asignados por el Presidente a la agricultura puertorriqueña. Por encima de eso, la Administración está comprometida a enviar 6 millones de dólares más del fondo general de manera que Puerto Rico, según las disposiciones ya vigentes, recibirá el 125 por ciento de sus 'processing taxes' mientras Hawaii recibirá el 90 por ciento solamente. Lo que le causa dolor y pena a Mr. Bass es que ese dinero no es para las corporaciones absentistas sino para el pueblo puertorriqueño en su programa reconstructivo. Y al demostrar que esto es así, llamaré la atención sobre la parte del cable que más luz arroja sobre la situación; la parte que menciona las ilimitadas facultades que tiene el Secretario (de Agricultura de los Estados Unidos) 'para imponer aumentos en las nóminas de jornales y en los contratos de pagos a los colonos'. Luego, al atacar la Ley, que contiene estas facultades de proteger a colonos y a trabajadores, no se está defendiendo a Puerto Rico sino a ciertos intereses radicados en Puerto Rico. Es bajo la Ley Costigan que el Secretario de Agricultura puede imponer aumentos en los jornales y en los contratos de pago a los colonos, es esa facultad la que principalmente ataca Mr. Bass en su cable. La justicia que vienen reclamando agricultores y trabajadores, esta encarnada en estas facultades que aterran a Mr. Bass, Presidente de la Fajardo Sugar Company. Antes de hacer esa justicia, se declara dispuesto a recurrir a las Cortes, a entrar en negociaciones confidenciales a hacer todo cuando tenga que hacer siempre que se mate la autoridad para imponer mejor pago a los agricultores y mejores salarios a los trabajadores.

Vamos a sacar cuentas: ¿Cómo saldrían las cuatro grandes corporaciones absentista si se aceptaran las proposiciones de Mr. Bass? La Guánica por concepto del pago de 50 centavos por tonelada de cuota de 1934, recibiría $292,000.00. Estas cifras, como todas las cifras relativas a la Guánica, representan un mínimum muy conservador , debido a que existe confusión acerca de cuáles son los colonos verdad y cuáles son los colonos ficticios de la Guánica para efectos de estadísticas.

"La Aguirre recibiría por el mismo concepto, $400,000.00

"La Eastern Sugar recibiría por el mismo concepto, 324,000.00

"Por el excedente de 1935, la Guánica recibiría, 448,000.00

"La Aguirre, 640,000.00

"La Fajardo, 660,000.00

"La Eastern Sugar, 520,000.00

"Por concepto del dólar de tonelada de caña de cuota de 1936, la Guánica recibiría, 564,000.00

"La Aguirre, 800,000.00

"La Fajardo, 824,000.00

"La Eastern Sugar, 648,000.00

"Por concepto de los 50 centavos por toneladas de caña de cuota de 1937, la Guánica recibiría, 282,000.00

"La Aguirre, 400,000.00

"La Fajardo, 412,000.00

"La Eastern Sugar, 324,000.00

Las cuatro grandes corporaciones absentistas juntas, recibirían por lo tanto: $7,500,000.00. Y, por encima de esto, tendrían todas las mieles fabricadas por ellas para su beneficio con caña que ya se les habría pagado.

Descontando el pago por el excedente de 1935 que desde luego, es legítimo, ya que no se les permite moler la caña, todo lo demás es dinero que deliberadamente se le quiere sustraer por estas corporaciones absentistas a la reconstrucción agrícola general de Puerto Rico. El pago por el excedente de 1935 sólo llega a la cuarta parte de la suma total que pretenden sustraer de la Reconstrucción estas corporaciones absentistas, o sea, que pretenden mermar los fondos de la Reconstrucción para beneficio de accionistas ausentes, en $5,625.000.00. Este cálculo asume que el Plan Chardón estará en pleno funcionamiento en la próxima zafra; si no lo estuviera, entonces desde luego habría que hacer pago de beneficio por el excedente de todos los años en que hubiera restricción sin que se hubiera implantado el Plan.

De manera que: lo que busca Wayne Johson, abogado de la Aguirre, es que se entreguen millones de pesos de los 'processing taxes' asignados a Puerto Rico, a las corporaciones absentistas, y que no haya manera de imponer aumento de jornales a los trabajadores y aumento de pago a los agricultores. El cuadro no puede ser más edificante, ni más patriótico, ni más justiciero: los que se han estado tragando a Puerto Rico, quieren tragarse igualmente la Reconstrucción de Puerto Rico. . . . El cable termina diciendo 'Dillgham agress'.

"Dillingham el Presidente de la Guánica está de acuerdo ; "Yo no sé si este Senado lo permitirá, pero estoy absolutamente seguro que el pueblo de Puerto Rico no lo permitirá; que el pueblo de Puerto Rico lo impedirá, en cualquier terreno y en todos los terrenos. Y cueste lo que cueste.

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